Moscú, 17 jun (PL) Después del amargo empate 1-1 entre Argentina e Islandia, el capitán de la selección albiceleste Lionel Messi entonó el mea culpa y aclaró que hoy está enfocado exclusivamente en Croacia, su próximo adversario en el Mundial de fútbol.
El genio del FC Barcelona, cinco veces ganador del Balón de Oro, declaró a la prensa que el choque contra los vikingos islandeses les dejó «una sensación de amargura, de bronca, por no empezar con los tres puntos, pero hay que estar tranquilos y pensar en lo que viene».
«La sensación que nos quedó es de frustración», enfatizó Messi, quien falló un penal en el minuto 64 del duelo, que hubiera significado la ventaja parcial y probablemente el triunfo añorado en el estadio Spartak en esta capital.
Considerado uno de los «One Club Man» más importantes de la historia del deporte, Messi dijo sin embargo que «merecimos ganar el partido, ellos prácticamente no hicieron nada más que defender y tirar pelotazos».
El arquero de Islandia Hannes Thor Halldorsson estuvo en una velada soberbia y le ahogó varios gritos de gol a la escuadra argentina, incluido el lanzamiento penal del rosarino, que demostró una vez más que esos tiros son su talón de Aquiles, su debilidad.
Me siento responsable por no haber podido llevarnos los tres puntos; con el penal lo podríamos haber hecho, indicó.
Asimismo agradeció el apoyo de la hinchada argentina, la cual, pese al fallo, siguió coreando su nombre en todo momento y dándole ánimo para el resto de la competición.
Messi siguió la autocrítitca y remarcó que «por ratos jugamos con ansiedad», es difícil marcar goles para todos «cuando se te cierran atrás y hay pocos espacios».
En su próxima presentación, los argentinos tendrán una prueba de fuego cuando enfrenten a Croacia, que ayer derrotó sin dificultades por 2-0 a Nigeria y pasó a comandar la llave D de la Copa Mundial.
Sentíamos de verdad que era un grupo complicado, que iba a ser un partido difícil. Físicamente (los islandeses) son muy fuertes, Croacia es una gran selección y Nigeria también, explicó Messi.
Dentro de cuatro días, Argentina asistirá al duelo contra los croatas con la obligación de sacar un resultado positivo, sino pudiera firmar su carta de defunción y hacer las maletas a casa, algo que los fanáticos «messifóbicos» aprovecharían para destruir la imagen del crack del Barcelona.
Argentina no gana un torneo de primer nivel desde 1993 cuando alzaron el trofeo de la Copa América. Su última coronación en Mundiales data de 1986, de la mano de Diego Armando Maradona, el mítico Peluza, el 10 eterno.
Pese a ganar todos los títulos individuales y colectivos a nivel de clubes con el Barcelona, Messi nunca exhibió su mejor nivel de juego con la elástica de Argentina, de la cual, sin embargo, es el máximo goleador histórico.
Messi habla, Argentina escucha y en el mundo llueven las críticas
Por Yasiel Cancio Vilar